Raffaele Di Biase cuenta con 12 años de experiencia como Guía para distintas empresas nacionales, internacionales. Desde el 2009 inició su propia empresa especializada en viajes de observación de aves y de naturaleza conocida como BirdsChile.
Respecto a nuestra experiencia en el área del turismo, creo que todos tenemos una gran responsabilidad por ser operadores turísticos, ya que el turismo es una industria con un poder revolucionario que incluso podría cambiar el mundo. Debemos asumir responsabilidades porque para que ese potencial se desarrolle de manera positiva tendremos que estar preparados.
En ese sentido, el sector privado tiene que sumarse al llamado a la sustentabilidad que realiza la ONU a través del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo al que se ha sumado Sernatur. Esto refleja un esfuerzo mancomunado público-privado con políticas que fomentan una nueva manera de desarrollar nuestras actividades poniendo en primer lugar el bienestar del medio natural y de las comunidades locales.
Sin duda alguna que el año internacional del turismo sustentable es un llamado a la acción y a asumir la responsabilidad, que para nuestra industria es ineludible e intrínseca a la esencia de la actividad.
Por nuestra parte, como sector privado debemos incorporarnos a estas acciones, transformar y alimentar nuestra visión asumiendo que el turismo no existe sino logramos conservar y regenerar el patrimonio natural y cultural de nuestro país. Tenemos un gran desafío por delante que no podemos separar de nuestros planes presentes y futuros.
Esta perspectiva ya nos ha traído beneficios al ecosistema pero también a nivel de desarrollo social y económico, ya que muchas comunidades han entendido que en este momento conservar un hábitat de interés ecológico puede ser más rentable que su explotación inmediata. El turismo debe entregar alternativas de desarrollo que mejoren la calidad de vida de la gente y garantice ingresos a esta generación y también a las generaciones futuras.
Pero la actividad turística por sí sola no puede garantizar un impacto positivo a menos que no sea acompañada por políticas público-privadas que pongan énfasis y atención en la capacidad de carga de los destinos, en el desarrollo de competencias, en la aplicación de códigos éticos que garanticen una actividad de mínimo impacto y en estrategias que fomenten la asociatividad y el sentido de pertenencia. Nunca olvidemos que el turismo también puede ser responsable de la degradación y destrucción de esos mismos hábitats que debería conservar, preservar y regenerar. El turismo puede ser el motor de la conservación de la naturaleza y la cultura pero también puede ser responsable de su destrucción y del empobrecimiento de las comunidades.
Nuestra visión como BirdsChile es transformarnos en un referente mundial en conservación del patrimonio natural y cultural a través del turismo. Para nosotros, la rentabilidad es importante, sino no seríamos sustentables, pero el motor que nos impulsa es la convicción que con nuestros productos estamos contribuyendo a hacer del mundo un mejor lugar. Esto a través de experiencias educativas, de real contacto con la naturaleza manteniendo siempre una actitud de respeto y admiración.
Un hito que para nosotros corona estos últimos años de trabajo dedicados a difundir y promover el turismo de naturaleza será entre el 26 y el 29 de octubre cuando por primera vez en Chile, en Puerto Varas, se realice la 7° Versión de la Feria de Aves de Sudamérica, el evento más importante de esta parte del mundo que congrega observadores de Argentina, Bolivia, Colombia, Brasil, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Chile, Reino Unido, Uganda, entre otros. Un evento que organizamos con la fuerza de la pasión y las alas que sólo los sueños pueden darte.
En la misma línea, invitamos a la gente a conocer su entorno y ser parte del cambio a través de prácticas que dejen una huella en el destino como plantar árboles, trabajar en la restauración de espacios naturales, compartiendo los desafíos y amenazas, defendiendo nuestros recuross naturales como un derecho irrenunciable de las comunidades por sobre cualquier proyecto que ponga en peligro su preservación, fomentando el respeto cultural y la interacción con las personas para llevar de regreso a casa un recuerdo, una experiencia que cambie sus vidas y un lazo con nuestro país que perdure en el tiempo.
