Turismo en la Isla Robinson Crusoe
Parte del Archipiélago de Juan Fernández, la isla Robinson Crusoe es una de los islotes más reconocidos de este conjunto de islas. Antiguamente recibía el nombre de Isla Más a Tierra, debido a su lejanía con la costa continental de Chile, pero su nombre cambió debido a la popular novela de Daniel Defoe, Robinson Crusoe, la cual contaba la historia de un hombre que naufragó en una isla en el sur del Océano Pacífico. Esta novela fue basada en el naufragio del marino Alexander Selkirk, quien durante años habitó esta isla.
Actualmente tiene una población que no supera los 1000 habitantes, pero que constantemente recibe visitas de turistas nacionales y extranjeros que quieren conocer este hermoso e histórico lugar, alejado del ajetreo de las grandes ciudades y lleno de lugares por explorar.
Entre las actividades más populares de la isla se encuentran las diversas rutas de trekking que pueden ser recorridas sin mayor dificultad. Entre los puntos populares de estas rutas se encuentra el Mirador Selkirk, lugar desde donde se puede apreciar la isla en su totalidad, ya que ofrece una vista de todos los lados de esta. Plazoleta El Yunque y Salsipuedes son los nombres que reciben los caminos más populares de la isla, los que permiten adentrarse en los hermosos bosques de Robinson Crusoe, dando la oportunidad de apreciar la flora y fauna única de la región, especialmente las aves endémicas que viven en el archipiélago, como el Picaflor de Juan Fernández.
Para aquellos más familiarizados con el trekking y la exploración de lugares poco habitados existen dos caminos hacia acantilados que prometen una vista y experiencia única; el Cerro Centinela y el Puerto Francés, terrenos casi inexplorados por el hombre.
Otro de los atractivos turísticos de la isla es la exploración marina. El Archipiélago de Juan Fernández es considerado mundialmente como uno de los 10 mejores destinos para practicar esta actividad, y desde la Isla Robinson Crusoe es posible practicar este deporte. Una biodiversidad única que es posible admirar sin mayores dificultades debido a la claridad de sus aguas. Uno de los animales marítimos destacados de la isla es el lobo marino de dos pelos, mamífero que se consideraba como desaparecido hasta principios del siglo XX.
La isla también atrae a turistas por su valor histórico. Luego del Desastre de Rancagua en 1814, la isla sirvió de prisión para los patriotas en la Cueva de los Patriotas, la que en la actualidad es considerada un Monumento Histórico Nacional.
Existe una leyenda de muchos años que trata sobre un tesoro perdido en la isla. El comodoro Lord George Anson visitó la isla en 1741, donde habría escondido un cofre lleno de oro y joyas en Robinson Crusoe. Hoy en día son muchos los turistas que tratan de encontrarlo, quizás no con la esperanza de realmente encontrar fortuna, pero como un pretexto para recorrer esta tierra poco explorada y con una naturaleza cautivadora.